La cardiología es la rama de la medicina que se encarga del estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del corazón y del sistema circulatorio.

Todos nos hemos preguntado en algún momento cuándo es el momento idóneo para visitar a un cardiólogo. Existen determinados síntomas que pueden alertarnos de la necesidad de acudir a una consulta cardiológica a cualquier edad.

La aparición de patologías cardíacas, de hecho, está relacionada con una serie de signos que pueden prevenir la aparición de un evento cardiovascular más grave. Por ello, es importante, tener en cuenta determinados síntomas.

• Dolor o presión en el pecho

Sentir dolor o presión en el centro del pecho durante unos minutos puede ser un síntoma de patología cardiovascular importante. Normalmente este signo advierte de la aparición de una angina de pecho estable que puede presentar dolor o presión no solo en el pecho sino también en los brazos, la garganta, la espalda y la mandíbula. Por ello, si sientes esta sensación que dura entre cuatro y 15 minutos y aparece sobre todo tras realizar actividad física o recibir una emoción fuerte, debes acudir al cardiólogo en el menor tiempo posible. Aunque es posible confundir una angina de pecho con un infarto, en este último la presión excede los 30 minutos y puede darse en reposo.

• Palpitaciones

Tener palpitaciones es un síntoma claro de arritmia cardíaca. Aunque en ocasiones no son perceptibles, a veces sí. Notar un incremento del ritmo cardíaco que produce una sensación incómoda en el pecho debe hacernos acudir a un especialista en Cardiología. A pesar de que existen arritmias benignas es importante visitar a un cardiólogo para corroborar que no se trata de una patología más grave.

• Fatiga o cansancio intenso

El concepto de fatiga puede ser muy relativo ya que no todo el mundo considera los mismos síntomas como fatiga. Unas personas creen que sentir cansancio o debilidad muscular es signo de fatiga y otras que está asociada con la falta de aire e incluso con las náuseas. Lo cierto es que la fatiga puede estar relacionada con todos esos signos. Sin embargo, en el caso de las afecciones cardiológicas, la fatiga suele estar relacionada directamente con la disnea, es decir, dificultad para respirar. Esto sucede sobre todo cuando se da al realizar mínimos esfuerzos como subir las escaleras o caminar. Este síntoma puede estar alertando de la aparición de una insuficiencia cardíaca por lo que es esencial acudir al cardiólogo para diagnosticarlo y tratarlo.

• Disfunción eréctil

La disfunción eréctil o impotencia es la incapacidad del hombre de conseguir una erección o bien de finalizar el coito. Esta patología no siempre es síntoma de un problema cardiovascular pero existen múltiples disfunciones eréctiles que tienen que ver directamente con un origen cardiovascular. Por ello, ante la aparición de esta patología es recomendable visitar a un cardiólogo para descartar esta causa ya que puede significar que existe una patología coronaria. Esto se debe a la asociación de determinados factores de riesgo cardiovascular con la disfunción eréctil. De hecho, según las estadísticas uno de cada tres hombres con hipertensión arterial padece disfunción eréctil lo que aumenta el riesgo de padecer una lesión coronaria.

• Hinchazón en los miembros inferiores

Tener los tobillos o las piernas hinchadas es signo de que la circulación no está funcionando de manera correcta. Aunque también es cierto que este síntoma es algo habitual en determinadas épocas del año como el verano donde existe mayor humedad y calor en el ambiente. Esto unido a la falta de hidratación puede producir una mala circulación en los miembros inferiores por lo que acabarían hinchándose. Sin embargo, si la hinchazón persiste en el tiempo o no se debe a una causa determinada es importante acudir a un especialista en el sistema cardiovascular para conocer cuál es el problema que se está dando.

• Mareos  

En el caso de los mareos no nos referimos a la presencia de una fatiga sino a lo que se denomina en cardiología síncope o presíncope. Este tipo de mareo es el que se presenta cuando se nubla la visión de forma espontánea o incluso pérdida de conocimiento repentina pero de rápida recuperación. Este tipo de síntoma se origina por la falta de riego sanguíneo al cerebro de forma temporal. En estos casos el organismo puede estar alertando de una enfermedad cardíaca normalmente relacionada con los trastornos del ritmo del corazón.