La ginecología es una especialidad médica que se ocupa de la salud sexual y reproductiva de la mujer. Considerando que gran parte de la vida femenina se rige por el ciclo menstrual y los cambios hormonales, es muy importante mantener un chequeo ginecológico frecuente.

Sin embargo, las circunstancias personales de cada mujer serán las que determinen con cuánta frecuencia. Si nunca te has hecho un chequeo ginecológico  o no tienes muy claro por qué deberías hacerlo, o tienes tiempo sin examinarte, te recordamos cuando te corresponde.

Por primera vez

Lo ideal es acudir al ginecólogo o ginecóloga  desde la primera menstruación, que suele darse entre los 13 y 15 años de edad. Sin embargo, muchas jóvenes  lo hacen por primera vez varios años después, cuando inician su vida sexual. Otras no acuden a su primera cita hasta que tienen algún problema o molestia ginecológica o sospechan que están embarazadas. La recomendación es  hacer la primera consulta ginecológica tan pronto como sea posible. Aunque pueda causar vergüenza hablar de temas relacionados con la salud sexual, hacerlo puede evitar problemas y complicaciones.

Consultas de control

Las consultas de control ginecólogo pueden ser cada seis meses o cada año si todo está bien. Lo más común es acudir solo para descartar problemas y realizar un chequeo que incluye una citología. En caso que la mujer sienta alguna molestia, como cambios en su período, dolor o irritación en la zona vaginal, se  recomienda acudir a chequeo médico cuanto antes. La salud reproductiva femenina sigue un ciclo que se inicia con la pubertad y concluye con la menopausia. Por lo tanto, es importante la consulta de ginecología durante todos estos años.

Consultas en la menopausia

Cuando el ciclo reproductivo de las mujeres termina, comienza la menopausia. Muchas mujeres creen que a partir de este momento ya no necesitan ir a consulta anual de ginecología. Sin embargo, cada mujer es distinta y algunas pueden experimentar síntomas muy molestos que con ayuda de su médico puede aliviar. Además, un chequeo dos o tres años después de la menopausia permite detectar cualquier problema que pudiera presentarse. La mayoría de los ginecólogos recomienda seguir con los chequeos anuales hasta los 70 años cuando tienen buen historial médico y su vida sexual ya no es activa.

Casos que requieren pronta atención

En determinadas situaciones debes acudir a consulta ginecológica tan pronto como sea posible y son las siguientes:

*Cambios en el período menstrual

El ciclo menstrual normal suele durar de 3 a 7 días, así que si los ciclos son más largos o, de pronto, cambian, puede ser una señal de alarma. Los cambios o la desaparición del período menstrual pueden estar indicando muchas cosas, desde alguna afección hasta embarazo. En cualquier caso, es necesario un chequeo ginecológico para identificar el problema y darle una solución apropiada.

*Sangrados irregulares

Cuando se presentan sangrados fuera del período menstrual hay que acudir a consulta ginecológica lo más pronto posible. Sangrar fuera del período puede indicar desde una infección o problemas en el útero hasta problemas en el embarazo. No hay que dejar que el miedo o la preocupación te paralicen ni te confíes solo porque el sangrado es mínimo. Al contrario. Cuanto más pronto acudas a chequearte, más rápido eliminarás toda duda.

*Dolor o molestias

Síntomas como ardor, dolor y flujos vaginales de color y aroma particular pueden ser el síntoma de problemas muy graves. Aunque estos pueden estar relacionados con infecciones en las vías urinarias, también pueden ser síntoma de infecciones bacterianas y enfermedades de transmisión sexual o algunos tipos de cáncer. La única forma de diagnosticar y tratar estos problemas es a través de estudios muy precisos que el ginecólogo o ginecóloga piden y puede analizar.